Todo un personaje oriundo de Valdelana maltratado injustamente por la historia. Recupero un artículo que escribí sobre él en 2008 en la vieja web del Valle.

    Las referencias que se hacen en los libros o artículos al Valle de Lana casi siempre son con relación a su historia, naturaleza o tradición carbonera. Rara es la ocasión en que se alude a personajes  de aquí que han dejado huella en la historia.
    Quizá el mas conocido sea el pintor Inocencio García Asarta, pero también hay otros. En este caso ha llamado mi atención el Obispo Oses, de quien la mayoría solo conocíamos su cargo.

    Joaquín Osés y Alzúa Cooparacio (Galbarra 1755 – Santiago de Cuba 1823) ha sido un personaje importante en la historia de Cuba. Bastante desconocido y empañado de mala fama tanto por sus contemporáneos como por la historiografía. Un estudio hace unos años dio un giro de 180º respecto a lo que se conocía de él y a la imagen negativa que se ha transmitido sobre el Obispo a lo largo de los años.

    Ana Irisarri Aguirre, doctora en Historia de América por la Universidad de Navarra, realizó su tesis doctoral en 2003, tras cinco años de investigación, sobre la situación de la zona oriental cubana durante el gobierno del Obispo Osés, entre los años 1790 y 1823. Y posteriormente publicó un libro en el que se puede conocer mas profundamente a este personaje.

    Joaquín Osés y Alzúa nació en Galbarra (Lana) el 22 de septiembre de 1755. Fue el cuarto de ocho hermanos. Su padre, Pedro Oses Alzúa, era natural de Lezáun, y su madre, Josefa Cooparacio era de Galbarra, donde residían.

    Tras realizar los primeros estudios en el Seminario de Pamplona, el 5 de junio de 1773 recibe las primeras órdenes. Se gradúa en la universidad de Zaragoza en teología, leyes y cánones. Regresa a Pamplona donde va recibiendo distintos grados eclesiásticos y en 1783 obtiene en la universidad de Orihuela la licenciatura y el doctorado en Derecho Civil y Canónico. Aquí trabaja como abogado varios años hasta que en 1783 se traslada a Cuba como secretario personal de Santiago Feliú, que había sido nombrado nuevo obispo de Santiago de Cuba.

    Lo primero que Osés hace al llegar, es una visita pastoral por todo el territorio que le sirvió como toma de contacto tanto con la población como con las necesidades y problemas del lugar. A los dos años de estar allí, Feliú muere y Osés es nombrado su sustituto pasando a ser Arzobispo de Cuba en 1804.

    Durante todo su mandato, las medidas para mejorar la situación del oriente cubano fueron constantes, hasta tal punto que Ana Irisarri mantiene que tras 300 años de época colonial, él fue la primera autoridad que se preocupó por esta región de Cuba.

    Entre las medidas que tomó durante su gobierno está la reforma administrativa de la diócesis. Puso fin a los abusos del alto clero enfrentándose así a otras autoridades eclesiásticas.
    Fundó en 30 años casi tantas parroquias como las que se habían creado en 300, sobre todo en las zonas rurales, y se preocupó por mejorar la preparación del clero, ya que en la mayoría de las ocasiones estos eran quienes enseñaban a leer y escribir en los pueblos y pensaba que ayudarían así la difusión de la cultura entre los mas desfavorecidos.
    Abolió la necesidad que hasta entonces existía de acreditar limpieza de sangre para poder entrar a estudiar en el seminario, con lo cual, hizo posible el acceso a alumnos que lo tenían vetado, y luchó durante todo su mandato por conseguir una universidad.

    Su constante preocupación por la situación de miseria en la que vivía la mayor parte de la población le hizo enfrentarse con las clases privilegiadas. Criticó duramente el sistema esclavista y apoyó la libertad de los esclavos y la concesión a estos de tierra como salida al retraso económico que vivía la zona.

    Otro motivo que le enfrentó a las clases privilegiadas fueron las obras de la Catedral de Santiago,  Osés consiguió acabar con las contratas abusivas de materiales para la realización de la misma que algunas familias tenían. Logró finalizar la catedral en 1818, tras 50 años de proyectos, papeleo y enfrentamientos, con la oposición de casi toda la élite santiaguera.

    En otro orden, impulsó la creación de cementerios tanto en la capital como en pueblos más pequeños, como medida de higiene ante las condiciones naturales de la isla, y así mismo, en su difusión de la vacuna contra la viruela, obligó a toda la población a ponérsela.

    En resumen, la historiadora Ana Irisarri Aguirre ha puesto en entredicho la imagen crítica y negativa que de Osés habían dado otros historiadores y lo presenta como un hombre ilustrado que quiso poner en práctica sus ideas. Su carácter fuerte y su gran tenacidad e inteligencia le hizo llevar adelante gran parte de sus proyectos, pero también enfrentarse con las clases mas privilegiadas de la región y este es el motivo por el cual a lo largo de la historia se ha transmitido una imagen negativa de él.
    Según palabras textuales de la autora  “Como signo de hasta donde puede llegar el poder de la difamación y de la calumnia podemos señalar que esta valoración tan negativa del obispo ha llegado hasta las generaciones actuales de su familia. Según palabras de uno de sus miembros, ellos creían que Osés no fue querido en Cuba y que “por algo sería”. Incluso, dentro de la familia, se ha transmitido la idea de que Osés fue asesinado en la isla, que cocretamente fue envenenado”

    De la relación que pudo mantener con su familia y con el valle de Lana una vez instalado en Cuba, no se sabe gran cosa, pero si que allí fundó una capellanía con un fondo de 1000 pesos para pagar el sueldo al maestro de Galbarra. A comienzos del siglo XX todavía existía, hasta que cuando se funda la escuela nacional, el Ayuntamiento solicitó al Ministerio de Instrucción Pública que ese dinero se pudiera destinar a premios para los alumnos de la escuela. Desde Madrid se dio la aprobación, y además se recomendó que la escuela llevara el nombre del obispo.
    Todavía en 1943 los escolares de Galbarra recibían una pequeña cantidad anual que llegaba de este fondo.

    Espero que os haya resultado interesante conocer algo mas sobre este personaje ilustre e ilustrado, y si alguien se anima a hacerlo en profundidad encontrará mas información en el libro “El Oriente cubano durante el gobierno del obispo Joaquín de Osés y Alzúa (1790-1823)” de Ana Irisarri.

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    2 Comentarios hasta ahora.

    1. Juan dice:

      Buenos días; Es un placer seguir tus relatos y noticias a través de la “vieja” Web del Valle, lastima el tiempo no te permita incluir más relatos, andanzas e historias del Valle….pero menos da una piedra…no escatimes en ganas e ilusión en seguir divulgando ese precioso Valle, ¡Animo ,¡ y continua con tu labor Conchi !
      Saludos.
      Juan

      • Conchi Galdeano dice:

        Eskerrik asko Juan!!! Yo sigo insistiendo, que este pequeño Valle tiene mucha miga para dar a conocer.
        En la web voy poniendo los artículos un poco más históricos, y por eso de la inmediatez es en el Facebok del Valle donde comparto más la actualidad y el día a día de lo que ocurre en él y su entorno, así que ya sabes, todos los caminos conducen a… Valdelana

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