Foto: Nevera de Larregoiko, en Urbasa. Autor: Exposito

    ¿Habéis pensado alguna vez lo necesaria que es una nevera, un congelador? Lo que más nos toca de cerca es a nivel doméstico, pero pensar en hospitales, farmaceúticas, centros de investigación, hostelería… Esto no es nuevo, y la nieve se ha utilizado desde el inicio de los tiempos hasta nuestros días. En el S. XX se popularizaron ya los electrodomésticos, pero hasta entonces fué un producto necesario muy demandado con el que se comerciaba.

    En Navarra hay varios estudios sobre los Neveros y el comercio de la nieve. Se utilizaba como hoy para conservar alimentos, y también, porque no hemos inventado nada, en época de fiestas de verano para enfriar las bebidas, en las corridas de toros, para hacer helados, granizados y sobre todo  con fines medicinales: para bajar fiebre, detener hemorragias, en epidemias de cólera, como antiinflamatorio y muchisimos otros usos médicos.

    Nos podemos imaginar que en el valle de Lana existíría en abundancia, sería utilizada por supuesto a nivel doméstico, y también sabemos que se comerciaba desde aquí con ella, y uno de los lugares hasta donde llegaba era a Viana.

    La ciudad de Viana se abastecía normalmente de sitios más cercanos como Aras, Aguilar de Codés o Azuelo, pero tenía que recurrir a lugares más alejados cuando era imprescindible. Eso debió de pasar en 1736, año en que que no había nevado, y el arrendador de nieve de Viana acordó la compra necesaria de esta con Diego Miguel y Juan Miguel y sus consortes, vecinos de Gastiáin y propietarios de una nevera.

    Tres años después pasó lo mismo, estaban en el mes de marzo y como no había nevado, Viana no disponía de nieve cercana, así que se se acordó comprarles nuevamente a Juan y a Diego Miguel y consortes “120 cargas de 11 arrobas de alto al precio de 9 reales y cuarto de plata cada carga más 25 cántaros de vino” que se debían sacar desde el 7 de abril a Todos los Santos. No parece que fue un mal negocio ya que por su escasez y la distancia, se tuvo que pagar bastante más cara de lo normal. Como curiosidad, después de haber hecho el trato, debió caer en la zona una nevada tardía y el arrendador de Viana quiso echar atrás el acuerdo, pero los tribunales le obligaron a respetarlo.

    Unos años después, en 1763, en Los Arcos se firmó un acuerdo de venta entre Viana y vecinos de Gastiáin en la que estos vendían a la Ciudad 40 cargas de 8 arrobas al precio de 10 reales de plata cada una, más dos cargas de vino, “se ha de ir a recogerla a Los Arcos a las 9 de la mañana cuando se les avise, y se las lleven o no, han de pagarlas”. Lo que no parece claro en el documento, según el autor, es si la nieve la bajarían desde Gastiáin o ya la tendrían almacenada en la nevera de Los Arcos.

     

    Fuentes:
    Aguierre Sorondo, Antxon – “Neveros de Navarra. Consevación y comercio de nieve y hielo”
    Labeaga Mendiola, Juan Cruz – “ Los pozos y el comercio de la nieve en Viana y Aras”

    Compártelo:

    Deja un comentario


    • AVISOS

    • EL VALLE DE LANA

    • NOTICIAS POR MESES