Sierra de LokizSe extiende desde el corredor alavés de San Vicente de Arana y Santa Cruz de Campezo hasta los valles de Allin y Metauten con una longitud de unos 22 km y una superficie de 140 km 2 , ejerciendo de frontera climática entre los valles más húmedos al norte (Amescoa y Arana) y el somontano y las tierras llanas al sur (valles de Ega y La Berrueza).

    Asentados en torno a ella están 25 pueblos repartidos en cinco valles: Lana, Améscoa Alta y Baja, Allín y Valdega, que continuan disfrutando del usufructo de la sierra que es una facería. Su originalidad esta en que ademas de ese terreno facero, que ocupa la parte central de la sierra, cada pueblo limitante y propietario, agrega una porción de su monte comunal lindante, para ampliar así la facería en lo que respecta al pastoreo.

    Hasta el siglo XIV los derechos de aprovechamiento y su organización fueron regulados por costumbre, y en 1357 las desavenencias entre los pueblos fueron zanjadas por una sentencia estableciéndose por escrito todos los aspectos jurídicos y sociales de la sierra. Es lo que se conoce como El Apeo de Lóquiz cuya copia mas antigua, de fecha próxima a la original, se conserva en el ayuntamiento de Amescoa Baja. En él se regulan cuestiones como la limitación y el amojonamiento del terreno común de los 25 pueblos y del particular de cada uno de ellos. También aspectos relativos al usufructo de hierbas y pastos, agua, leña para los hogares y madera para su venta o para hacer carbón, que antes se hacía en plena sierra y de la que quedan como testigos los círculos de tierra quemada que a pesar del paso de los años, todavía perviven.

    En sus orígenes la Sierra se gobernaba por una junta formada por dos representantes de cada valle conocida comoLa Junta de Dieces de Santiago de Lóquiz“. Hoy cada pueblo tiene su representante elegido por los vecinos para dos años, reuniéndose cuatro veces al año en unas fechas ya concretas y se renueva parcialmente todos los años.

    En lo alto de la sierra en el borde mas oriental, sobre Ganuza, se encuentra la ermita donde antes se celebraban las juntas. Es curioso que en sus orígenes fue conocida como la ermita de San Cucufat, santo catalán, hasta que en 1630 paso a llamarse de Santiago de Lóquiz.
    Repartidas por la sierra hay también otras ermitas como las de Santa Bárbara, San Cristóbal, Santa Quiteria o San Cosme y San Damián, donde se encuentra la única fuente de toda la sierra. Nos encontraremos también con otras edificaciones que son los corrales donde se resguarda el ganado que pasta libremente aunque hoy día muchos de ellos están derruidos.

    Son numerosos los caminos y pequeños senderos que la recorren uniendo unos pueblos con otros o accediendo a balsas, corrales, ermitas y cimas, siendo un magnífico enclave para disfrutar del senderismo y la bicicleta.

    Compártelo:
    • AVISOS

    • EL VALLE DE LANA

    • NOTICIAS POR MESES